El Parlamento Europeo, en un intento por acabar con el lenguaje sexista, ha hecho público un manual de estilo y uso de la lengua -de las 22 lenguas oficiales en las que trabaja la Eurocámara- que pretende acabar con la discriminación de la mujer en los textos oficiales de los eurodiputados y funcionarios de la institución multinacional.
Algunos ejemplos
El Grupo de Alto Nivel sobre Igualdad de Género y Diversidad, quiere que se trate escrupulosamente por igual a hombres y mujeres porque el lenguaje puede ser "discriminatorio, degradante e implicar que uno de los sexos es superior al otro", hasta el punto de que, entre otras recomendaciones, pide que se acabe con apelaciones genéricas como "los andaluces" -o "los argentinos"- porque al ser una palabra masculina dejaría afuera a las mujeres. Y recomienda que se hable siempre de, en esos casos, "pueblo andaluz" o "pueblo argentino".
Otros ejemplos parecen, a primera vista, contrarios a las normas básicas del buen uso del lenguaje. En lugar del sencillo, comprensible y corto "los médicos", el manual aconseja usar "personas que ejercen la medicina". Y que construcciones imperativas como "el candidato debe enviar su currículum a la dirección indicada" se cambien por otras como "envíe su currículum a la dirección indicada". Si se tomara al pie de la letra, se acabará eso de que "los jueces dicten sentencia" y pasaremos a oír expresiones del tipo "se dictará sentencia judicial". Además, "los derechos del niño" serán "los derechos de la infancia" y un "hombre de negocios" pasará a ser "la gente de negocios".
La opinión de los especialistas
Según los especialistas que han redactado el manual, la "utilización genérica o neutral del género masculino se percibe cada vez más como una discriminación contra las mujeres". Así, "las azafatas y los pilotos" pasan a ser "el personal de vuelo" y "las mujeres de la limpieza" pasan a ser "el personal de la limpieza".
Otra de las recomendaciones es la de no usar "señorita" porque en varios idiomas, entre ellos el español, se diferencia entre "señora" y "señorita" según el estado civil.
Teniendo en cuenta que el manual podría provocar rechazo, el mismo informe pide que se busquen "alternativas neutrales e inclusivas genuinas en lugar de expresiones que se presten a controversia". Los consejos llegan hasta el punto de pedir que "fireman" (bombero, en inglés) se cambie por "firefigther" (el que lucha contra el fuego).
Fuente: www.clarin.com
Algunos ejemplos
El Grupo de Alto Nivel sobre Igualdad de Género y Diversidad, quiere que se trate escrupulosamente por igual a hombres y mujeres porque el lenguaje puede ser "discriminatorio, degradante e implicar que uno de los sexos es superior al otro", hasta el punto de que, entre otras recomendaciones, pide que se acabe con apelaciones genéricas como "los andaluces" -o "los argentinos"- porque al ser una palabra masculina dejaría afuera a las mujeres. Y recomienda que se hable siempre de, en esos casos, "pueblo andaluz" o "pueblo argentino".
Otros ejemplos parecen, a primera vista, contrarios a las normas básicas del buen uso del lenguaje. En lugar del sencillo, comprensible y corto "los médicos", el manual aconseja usar "personas que ejercen la medicina". Y que construcciones imperativas como "el candidato debe enviar su currículum a la dirección indicada" se cambien por otras como "envíe su currículum a la dirección indicada". Si se tomara al pie de la letra, se acabará eso de que "los jueces dicten sentencia" y pasaremos a oír expresiones del tipo "se dictará sentencia judicial". Además, "los derechos del niño" serán "los derechos de la infancia" y un "hombre de negocios" pasará a ser "la gente de negocios".
La opinión de los especialistas
Según los especialistas que han redactado el manual, la "utilización genérica o neutral del género masculino se percibe cada vez más como una discriminación contra las mujeres". Así, "las azafatas y los pilotos" pasan a ser "el personal de vuelo" y "las mujeres de la limpieza" pasan a ser "el personal de la limpieza".
Otra de las recomendaciones es la de no usar "señorita" porque en varios idiomas, entre ellos el español, se diferencia entre "señora" y "señorita" según el estado civil.
Teniendo en cuenta que el manual podría provocar rechazo, el mismo informe pide que se busquen "alternativas neutrales e inclusivas genuinas en lugar de expresiones que se presten a controversia". Los consejos llegan hasta el punto de pedir que "fireman" (bombero, en inglés) se cambie por "firefigther" (el que lucha contra el fuego).
Fuente: www.clarin.com